En varias ocasiones hay procesos de degradación ecológica. Cuando ciertas extensiones de tierras fértiles se transforman en desiertos es lo que se conoce como desertificación.
Tiene lugar en zonas fértiles usualmente utilizadas para la agricultura, el pastoreo de ganado, la deforestación y la minería hasta ocasionar daños.
De este modo, los terrenos pueden pasar a ser infértiles. Entonces los suelos en la desertificación pierden la productividad total o parcial.
En consecuencia, se pierde la cubierta vegetal, por lo tanto, son erosionados más rápido por el agua y el viento. Además, las acciones del ser humanos es una de las principales causas de este proceso.
Causas de la desertificación
Como principales causas se encuentra las acciones humanas. Cuando las personas sobrepastorean el ganado en campos produce la desertificación.
También está el uso inadecuado del agua y los suelos, quema de las zonas boscosas, deforestación por tala de árboles, la minería, entre otras cosas.
La sobreexplotación de los terrenos para las actividades humanas afecta al equilibrio ecológico. Asimismo, los recursos naturales se consiguen, pero, a su vez, impactan denegadamente en el medio ambiente.
Consecuencias de la desertificación
El equilibrio ecológico es afectado del medio ambiente por la desertificación en los suelos. De esta manera, el hábitat y la vida de las especies tanto animales como vegetales sufren las consecuencias.
También es considerado un problema socioeconómico porque repercute en la degradación y por la pérdida de diversidad biológica. Además, en cuanto a capacidad productiva no se pueden utilizar debidamente las tierras.
En conclusión, para ser producida la desertificación tiene que tener un impacto de degradación de zonas fértiles. Esto al punto de que los suelos áridos sean transformados hasta que se dañen totalmente.
Además, la actividad humana es una de las principales causas de este impacto ambiental, por lo que se recomienda planificar gestiones que ayudan a la construcción de terrenos aptos y no dañados.