Causas y consecuencias de la tala de árboles

La deforestación ha sido durante muchos años vista como impulsora del desarrollo de la economía de un país, ya que con ella se liquida el «capital» de un bosque, abriendo el camino para otras formas de beneficio, como la producción de alimentos, materia prima, energía o construcción de infraestructuras.

Sin embargo, a partir de la deforestación también se derivan aspectos negativos como la erosión de los suelos, a causa de la inestabilidad de las cuencas hidrográficas (resultando en sequías e inundaciones), reducción de la biodiversidad y el aumento del efecto invernadero (eliminación del dióxido de carbono).

Causas y consecuencias de la tala de árboles

Causas de la tala de árboles

En épocas pasadas, la tala de árboles se debía, principalmente, a la tala de árboles para la construcción naval y calefacción. En la actualidad, las principales causas de la deforestación son los incendios, lluvias ácidas y la tala de árboles para la construcción y llenado de embalses de las presas.

Con la desaparición de la masa forestal, la tierra se encuentra desprotegida y cuando caen lluvias fuertes pierde el humus, la capa que la hace fértil. Por ello, los seres vivos que habitan en ella mueren. Por lo que sin ellos, sus depredadores mueren también.

Actualmente, la tala de árboles se produce con el objetivo de utilisar el suelo para otros fines, tales como la agricultura, el pastoreo, el desarrollo industrial y urbano, la construcción de infraestructuras y el crecimiento turístico.

Consecuencia de la tala de árboles

En la fotosíntesis de los árboles consumen dióxido de carbono y producen oxígeno, por lo que, al ser cortados o quemados en cantidades tan elevadas, los niveles de dióxido de carbono aumentan y los de oxígeno, disminuyen, creando un efecto invernadero.

Así mismo, la erosión de los suelos es, básicamente, la destrucción de los suelos haciéndolos estériles. La erosión de los suelos es causada por agentes erosivos como el agua, el viento y la lluvia, que destruyen las estructuras del suelo.

Por último, la tala de bosques disminuye la cantidad de agua absorbida y provoca un aumento del flujo de agua procedente de la lluvia, que se traducirá en una gran desestabilización de las cuencas hidrográficas. Esta desestabilización puede provocar inundaciones.


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